¿Cómo cuidar tu huerto de Tres Cantos?
Ya has elegido qué plantar, cuándo y cómo hacerlo… Ahora llega una de las partes más importantes: cuidar de
tu huerto
para que tus plantas crezcan sanas y tu cosecha sea un éxito. No te preocupes, con un poco de atención y algunos consejos clave, todo irá sobre ruedas.
Cada planta es diferente
No todas las hortalizas requieren los mismos cuidados. Hay cultivos, como las patatas, que apenas exigen atención. Otros, como las judías, necesitan tutores, riegos más frecuentes y protección frente al sol. Lo importante es conocer lo básico de cada especie y observar cómo responde tu huerto.


Siembra de semillas
Puedes sembrar directamente en el suelo o usar un semillero. Este último permite controlar mejor la germinación y proteger las semillas en sus primeras fases. Es recomendable sembrar algo más de lo necesario, ya que no todas germinarán ni prosperarán.
Trasplante
Cuando las plantas del semillero han crecido lo suficiente, es hora de trasladarlas a su ubicación definitiva. No todas sobrevivirán al cambio, así que conviene tener plantones de reserva para cubrir posibles bajas.


Riego, la clave del éxito
El agua es esencial, pero el exceso puede ser tan perjudicial como la falta. El objetivo es mantener el suelo húmedo, no empapado. Las primeras semanas tras el trasplante son críticas: las raíces aún son pequeñas y la planta sufre más con el calor.
En Mi Huerto en Tres Cantos usamos un sistema de riego por goteo, ideal para conservar la humedad justa sin desperdiciar agua.
Sombra cuando hace falta
Algunas plantas jóvenes, especialmente en verano, sufren bajo el sol directo. Puedes protegerlas temporalmente con ramas, telas o mallas de sombra hasta que se fortalezcan.


Mantenimiento del suelo
Eliminar las malas hierbas y labrar la tierra suavemente de vez en cuando ayuda a:
- Mejorar la absorción de agua.
- Evitar la compactación del suelo.
- Reducir la competencia por nutrientes.
Recolección
El momento más esperado. Según la planta, podrás recolectar:
- Solo los frutos (tomates, calabacines, sandías...).
- Toda la planta (patatas, cebollas, zanahorias...).
- Parte de la planta (lechugas, espinacas…).
Una buena recolección es el resultado del esfuerzo, la constancia y el cariño que le hayas puesto a tu huerto.

¿Tienes dudas sobre cómo cuidar tus cultivos? Te ayudamos